viernes, 24 de noviembre de 2017

Mirada propia

Senderos laberínticos sin salida
que resuelva la ardiente llama
que emana de una mirada plena.

Porque fuimos aquellas heridas,
hoy es la vida lo que mordemos
sin miedo a abandonar el cauce,
ya que a ninguno nos debemos.

Marcharé a beber de un sentir
que rompa el falso cristal
de un ideario tan absurdo
que hacia la nada me empuja.

Cada brecha a la que regrese
salpicará de nuevo mi cuerpo
en una realidad representada
en mitad del colapsado nervio
de un motor ya en decadencia;
como gargantas liberadas
afinando su canto libertario.